Instantánea de la estación del ferrocarril de Mollendo en el año 1886
En el año 1847, ante la posibilidad de la construcción de un ferrocarril de Islay hacia Arequipa, un Sr. W. Evans encarga al Sr. Blume de la ciudad de Lima, plantear dicha idea.
En 1858 el diario capitalino "El Comercio", en su edición del 14 de octubre, publicó una colaboración anónima muy interesante en las que hacía un estudio completo y minucioso de la situación ferrocarrilera, con cálculos sobre la renta que entonces producía la Aduana y la que podía producir el ferrocarril. Concluía que la obra debía partir de Islay, tanto por la menor distancia y declive como por sus características (que no poseen Quilca, Mollendo y Mejía); y que era el propio Estado el que debía emprender esa obra trascendental, no sólo por Arequipa y el sur del país, sino también para la vecina Bolivia.