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jueves, 12 de julio de 2012

Desarrollo y auge del puerto de Mollendo



Medalla de plata de 2.3cm de diámetro, en conmemoración por la inauguración del ferrocarril de Mollendo a Arequipa en el año 1871

El corresponsal del diario "El Nacional" de Lima, que integró la excursión traída por Meiggs, hizo la siguiente vívida descripción periodística de Mollendo, el 8 de enero de 1871:

"Mollendo antes de 2 años sólo ha sido una miserable ranchería adonde venían a buscar sombra uno que otro pescador. Hoy, merced a los esfuerzos del empresario y de las necesidades que naturalmente se han ido desarrollando, cuenta con una regular población y con algunos edificios, aunque todos de madera.

Lo primero que se nota es un muelle provisional. También se ve contigua una máquina para destilar agua del mar que sirve para el servicio de la población. Al llegar a la parte superior se ve un espacioso establecimiento con numerosos salones, habitaciones pequeñas, corredores y demás comodidades. Este es el que ha servido de solaz a los pasajeros que por uno o dos días han permanecido en el puerto. La Capitanía también tiene su alojamiento especial. Además hay otros hoteles y algunas casas particulares de regular lujo.

En una palabra, Mollendo es hoy lo que no soñó ser antes del establecimiento de la línea férrea que lo une con Arequipa. Sus terrenos desiertos y desolados por los ardientes calores del verano se han convertido en moradas de pobladores que tratan de fertilizarlos. Sus abandonadas playas en otros tiempos, ostentan a cada momento el pabellón que flamea en lo más elevado de las embarcaciones que llegan al Puerto.

Mollendo carece de agua, que es uno de los elementos indispensables para la vida y que sólo se encuentra en abundancia a 3 o 4 leguas de distancia. El agua que se usa en este lugar es condensada del mar. Sin embargo, si allí se establece definitivamente la primera estación del ferrocarril y se le rodea de todos los elementos necesarios, Mollendo llegaría a ser un gran Puerto".

Efectivamente se construyó la Estación del Ferrocarril y según se afirma en los documentos de aquellas fechas, fue la mejor estación del ferrocarril de toda Sudamérica. Se construye un nuevo muelle que en parte fue destruido por los chilenos durante la guerra. La aduana edifica su hermoso local en madera que también fue incendiado por los invasores. Los vecinos de Islay trasladan sus viviendas al nuevo puerto mayor. Los consulados y agencias fijan su residencia en Mollendo y las oficinas públicas abren sus puertas. Llegan comerciantes de diferentes lugares del sur de nuestro país y ocurren otros factores que permitieron hacer de Mollendo una ciudad muy atractiva.

El año 1905 el Estado mediante contrato autoriza a la Peruvian Corporation Limited, la inversión de S/.1'000,000 para mejorar las instalaciones portuarias. Mollendo se convierte en el segundo puerto del Perú y uno de los más importantes de América del Sur, por la magnitud de sus exportaciones e importaciones de mercaderías y materias primas llegadas de los departamentos de Arequipa, Puno, Cuzco, Madre de Dios y Bolivia, lo que motivó una fuerte migración a nuestra ciudad de conciudadanos y extranjeros que contribuyeron en su desarrollo.

El puerto de Mollendo llegó a tener 19 consulados; Brasil, Bolivia, Ecuador, Chile, uruguay, Panamá, México, Venezuela, EE.UU., Inglaterra, Italia, Noruega, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, España y China; lo que demuestra comercial y diplomáticamente el grado de adelanto y prosperidad que tuvo el puerto.

La Aduana de Mollendo, conjuntamente con la del Callao, sostuvieron el mayor volumen comercial de toda la república. Ello quedó demostrado por el examen estadístico comparativo de sus ingresos y egresos fiscales desde 1902 hasta el año 1938. El valor del Comercio especial del Perú por la Aduana de Mollendo, en el año 1937, fue del orden de S/.18'343,665 por derecho de exportación y de S/.16'516,095 por concepto de importación , haciendo un total de S/.34''859,760.

Desafortunadamente Mollendo fue abandonado por los gobiernos y políticos. No ha recibido la equitativa retribución que le ha correspondido. Muchos cientos de millones de soles han ingresado por la Aduana de Mollendo en pagos por derecho de exportación e importación, que con el 1% de esas cifras fabulosas hubiera sido suficiente para darle a Mollendo y a toda la provincia de Islay un eficaz desarrollo socio-económico; pero lamentablemente estuvo lejos de la realidad. Poco o nada se hizo, salvo la iniciativa privada; el pueblo de Mollendo siguió esperando los beneficios de su auge portuario.

Fue así, como a raiz de la clausura del puerto de Islay el 6 de enero de 1871, insurge la ciudad de Mollendo al concierto de los pueblos de la república, para colocasrse en el curso de 80 años en el lugar de avanzada con respecto a los demás puertos del litoral, exceptuándose desde luego al Callao.

Necesidad realmente sentida era la construcción de un Puerto seguro y de aguas tranquilas que reemplazara a Mollendo, cuyas condiciones portuarias y marítimas no suceptibles de ser económicamente mejoradas, hicieron posible la construcción del puerto de Matarani, ante el clamor de las Cámaras de Comercio de Arequipa, Juliaca, Puno, Cuzco y el Rótary Club de Mollendo.

Mollendo prestó servicios como puerto de lanchonaje hasta el año 1956; a partir de esa fecha el Muelle funcionó sólo para el movimiento de pequeñas embarcaciones de pesca artesanal. La Marina de Guerra del Perú, por intermedio de la Capitanía de Puerto Mollendo-Matarani, clausuró definitivamente el Muelle el año 1983, por el peligro que significaba su uso.

El Muelle, que estuvo destruido y abandonado, actualmente está en proceso de lento refaccionamiento.

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