Loading

lunes, 16 de julio de 2012

El pueblo de Islay en el año 1833, según Flora Tristán

Puerto de Islay en una fecha posterior a la llegada de Flora Tristán

Flora Tristán en "Peregrinaciones de una Paria", nos relata cómo era Islay, puerto donde desembarcó del "Leonidas" para entrar al Perú, el 9 de setiembre de 1833.

Islay: "...¡Ah! ¡Si usted supiera señorita, en qué horrible desierto nos encontramos! ¡Es espantoso! Ningún árbol, nada verde, sólo arena negra y árida y algunas cañas de bambú. ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Qué va a ser de mí?".

"Doctor, es preciso tomar un partido. La suerte está echada. Sus llantos, sus lamentos y sus maldiciones no harán crecer árboles ni verdor. Por lo demás parece que usted viene acá para buscar oro y no hermosos lugares campestres".

"Me levanté. Mientras me vestía mi imaginación exageró de tal manera el horror del país que, cuando subí al puente, me sentí menos afectada por la vista de la aridez y la miseria. Toda la costa del Perú es en extremo árida. Islay y sus alrededores no presentan sino una perspectiva de desolación. Sin embargo, el puerto prospera en forma sorprendente."

"Me ha referido don Justo, el director del Correo, que cuando se estableció en aquel lugar sólo había tres chozas y un gran hangar en donde instaló la Aduana. Después de seis años de existencia, Islay tenía de 1,000 a 1,200 habitantes, por lo menos. La mayoría de las casas, construídas de caña, no están enladrilladas, pero hay algunas muy bonitas hechas de madera que tienen elegantes ventanas y el suelo entablado."

"La casa del cónsul inglés estaba a punto de quedar terminada cuando ingresé a Islay y es encantadora. La aduana es una construcción de madera muy grande. La Iglesia es más o menos buena y sus proporciones están en relación con la importancia de la localidad."

"El puerto de Islay, mejor situado que el de Arica, ha absorbido todos los negocios. Si continúa prosperando como sucede desde hace seis años, podrá en diez años más tener cuatro o cinco mil habitantes. Pero la esterilidad del territorio será por mucho tiempo un obstáculo para un crecimiento mayor. Enteramente privado de agua, carece de árboles y de vegetación de cualquier especie. La época de los pozos artesianos no ha llegado todavía para este país. Está demasiado atrasado para pensar en ello. Islay no tiene sino una pequeña fuente de agua potable que a menudo se seca en el verano y entonces los habitantes se ven obligados a abandonar sus habitaciones. El suelo está formado por una arena negra y pedregosa que sería indudablemente muy fértil si se pudiese irrigar."

"Islay no tiene muelle todavía y el desembarque es por lo menos difícil como en la playa. Fui recibida en aquella primera aldea del Perú con todos los honores debidos a los títulos y empleos de mi tío Pío. El administrador de la Aduana, don Basilio De la fuente, me ofreció su casa. Justo de Medina, director del Correo, me propuso igualmente que aceptase la suya"

"Atravesamos toda la población. Consta de una larga calle no muy bien trazada en la cual subsisten todavía las rocas del mar y las desigualdades del terreno, y en donde uno se hunde en la arena hasta la mitad de las piernas...".

Más adelante, refiriéndose a las pulgas, dice: "El Perú está infectado por aquellos insectos. En las calles de Islay se les ve saltar sobre la arena. Es imposible preservarse de ellas totalmente, pero con más pulcritud en las costumbres del país estaría uno menos incómodo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario