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domingo, 29 de julio de 2012

El Castillo de José Miguel Forga Salinger

En la foto se observa que el castillo estaba en plena construcción, faltando levantar la torre del tercer piso. Nótese los límites de la orilla del mar, aproximadamente en el año 1910.

Miguel Forga Barnack e hijos 

Doña Carmen tiene 94 años, vive en Arequipa y no le es difícil revivir aquellos años felices que pasó con sus padres y hermanos durante las temporadas de verano, en una casa muy particular al borde del estruendoso mar. Recuerdos de una casa que, con el tiempo, fue objeto de numerosas historias, además de convertirse en todo un símbolo de Mollendo: Aquel antiguo e histórico puerto que tuvo su época de bonanza a comienzos de siglo. Iguales antecedentes tiene la vieja casa en donde alguna vez vivió doña Carmen.

El castillo Forga fue construido por el padre de doña Carmen, José Miguel Forga Salinger, empresario arequipeño dedicado a la industria textil y hombre de fuertes inclinaciones artísticas.

José Miguel Forga Salinger, ex-dueño del castillo, nació el 16 de mayo de 1968. Empezó trabajando en las empresas de su padre desde los 16 años. Cuando en 1905 muere su padre con 61 años de edad a causa de una neumonía, el zagas José Miguel Forga queda heredero y accionista principal de la empresa familiar, lo cual lo obliga a continuar con los pasos de su padre y logra encumbrase hacia las mas altas esferas de la sociedad arequipeña.

El 24 de julio de 1923 adquiere de la Peruvian Corporation Limited terreno en un peñón playero de Mollendo donde mas adelante construiría el famoso palacete conocido como la casa Miramar

Después de un extenso viaje por Europa e impresionado por la variedad arquitectónica existente en el Viejo Continente, Forga volvió con la idea de construir una enorme casa con características arquitectónicas de estilo medieval, árabe y veneciano. Tan ambicioso proyecto fue ejecutado por el arquitecto Gerardo Alberto Carnejo Iriarte.

Doña Carmen se casó alrededor del año 1923, pasando su luna de miel en el castillo, según confesó.

Sin embargo, la caída de la Bolsa de Nueva York en 1929 arruinó a Forga por completo. Otras versiones aseguran que los vapores que Forga envió a Londres cargados de lana se hundieron. En Mollendo, incluso, se afirma que el empresario arequipeño se dedicó al contrabando y, al hundirse los barcos, no pudo realizar reclamo alguno sobre las pólizas de seguros. Endeudado y sin dinero, se dice que, abrumado por sus deudas con el Estado, el gobierno remató el castillo en 1950, y monseñor Leonardo Rodríguez Ballón, arzobispo de Arequipa, lo adquirió por 200 mil soles, rebautizándolo como castillo de Montserrat.

También se dice que el inmueble fue un regalo del presidente Prado a Rodríguez Ballón por haber intercedido a su favor ante el papa Pío XII, para lograr la anulación de su matrimonio con Rosa Garland. Esto permitió que Prado se pudiera casar posteriormente con Clorinda Málaga. Algún tiempo pudo haber servido como convento de monjas.

Muerto Rodríguez Ballón es su sobrino César Ballón Landa quien ejerce derecho legal sobre la propiedad, aunque en la realidad no haga ni lo más mínimo por rescatarlo de la ruina en que se encuentra.

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