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domingo, 15 de julio de 2012

Mollendo y las temporadas de verano

El "Hotel el Ferrocarril" estaba ubicado frente al malecón Ratty, en el mismo sitio del hoy abandonado "Hotel de Turistas". Aquí una instantánea del año 1945 del entonces concurrido Hotel. Ampliando la foto puede observarse por la parte derecha el letrero que señala la ubicación del "Hotel Plaza"

Eran veranos con menos turistas o bañistas en las playas, quizás con más tranquilidad y sobre todo limpieza que en los veranos actuales. En Arequipa muchas eran las familias que esperaban con entusiasmo la temporada  de verano, quienes en su mayoría se desplazaban mediante el ferrocarril a este puerto o a las playas de Mejía.

Otra vista del "Hotel el Ferrocarril" del año 1915

El “Hotel Ferrocarril” ubicado frente al malecón Ratti, siempre fue el lugar favorito como alojamiento para quienes llegaban a disfrutar la temporada. Este hotel no era tan lujoso como los que se estilan ahora con el significado de las estrellas, pero era un alojamiento confortable y ofrecía todas las comodidades del caso y una ubicación muy apropiada para el descanso. Tenía un corredor con barandilla frente a la plazoleta del malecón y tenía por horizonte el color de las aguas del mar mollendino. Allí en ese balconcito muchos turistas solían hacer la siesta por las tardes en cómodos asientos que proporcionaba el hotel.

Vista de la segunda playa en el año 1928. Ese establecimiento ubicado en la parte central era uno de los bares de aquel entonces

Las playas de Mollendo están consideradas como las mejores y pintorescas de todo el litoral peruano por la limpieza de sus aguas y arenas, y por el color y brillo de las mismas. La mirada hacia el sur se pierde en la lejanía sin dejar de ver olas blancas y espumosas que se estiran sobre la arena, por las que siempre revolotean gaviotas y otras aves del litoral, También se puede ver cerca de las primeras playas un estrecho acantilado que intenta penetrar en las aguas del mar, en donde se distingue con suma claridad un castillo, con pretensiones del medioevo y que con el tiempo se ha convertido en el símbolo de Mollendo.


Vista de las playas primera y segunda en el año 1950

Para los mollendinos de aquellos años no solamente significaba una temporada de baños y recreo en estas playas, sino que también se concurría a otros pequeños balnearios, tal vez más familiares o populares porque eran playitas pequeñas, aunque en su fondo con piedra y cerca de los barrios tradicionales; éstas se conocían como el “baño del cura”, cuya entrada era por una de las puertas de la calle Alfonso Ugarte. Allí la mayor parte de los viejos mollendinos aprendieron a nadar, y lo hacían muy bien que hasta incursionaban a nado hasta la “Aguadita”.

La "Aguadita" es una piscina de cemento que recibía constantemente el agua fresca de las olas. Esta piscina era bastante concurrida porque ofrecía comodidad y seguridad para los bañistas; además, allí había un pozo concurrido especialmente por personas mayores que buscaban en sus aguas el alivio de sus males reumáticos.

Otro de los populares baños era una playita de la quebrada llamada “Chungungo” con aguas muy tranquilas, que siempre estaba concurrida por los jóvenes de los barrios cercanos.

No podemos dejar tampoco de mencionar hermosos y turísticos lugares donde traviesos mollendinos se movilizaban para pasar agradables momentos del verano, como las playas de “Catarindo” y “La Sorda”, entre otras.

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